sábado, 30 de abril de 2011

Este relato de la nada se me ocurrió (2ª parte)...

... Por fin, la escala se había registrado exitosamente, nos mirábamos y sonreíamos al mismo tiempo. Sentía una felicidad inmensa no por el juego sino porque disfrutaba de esa compañía que de la nada y por razones desconocidas surgía. Pero ¿Qué sigue? Eran las 2 de la tarde aproximandamente, volviéndonos a tomar de la mano, caminando lentamente iniciaba un diálogo divertido, en el cual podíamos darnos cuenta que nuestros gustos eran muy similares; sobre todo por el apasionante amor por la fotografía poco convencional. La conversación fue tan amena que llegamos a un parque, sentándonos en una banca Vianney sacó de su mochila una cámara digital para mostrarme una gran cantidad de tomas de toda clase, desde paisajes, carreteras, interiores, animales, árboles, plantas, flores hasta figuras de peluche. No podía salir de mi asombro... No siempre se puede conocer a alguien así. Todo parecía ser un sueño, mismo que no quería que jamás terminara. Terminando de ver las pics, volvíamos a caminar hacia el poniente. Llegaba el momento de detenernos, mirándonos fijamente a los ojos, instantes después se dio el momento de darnos un gran abrazo... Tanto duró que se hizo de noche "en cuestión de un suspiro". Era el día perfecto. Todo lo que siempre había soñado se estaba realizando, emprendiendo la caminata sin soltarnos llegó el momento más hermoso: El primer beso con mi alma gemela... Sentía que el corazón quería salirse del pecho, toda una sensación imposible de describir con palabras. Fue un beso con sabor a cherry moccha con una gran ternura y una duración considerable... De nuevo seguíamos el recorrido hasta escalar en una calle llamada Lamartine... Llegamos a su casa, despidiéndonos con otro tierno, largo, emocionante beso cherry. Posteriormente se metió al lugar donde vive, me sentía en las nubes. Había un pequeño gran problema: Era bastante noche, sin dinero para regresarme a mi cantón, y para colmo ni idea cuál era la ruta de regreso. De repente se me prendió el foco: ¡El GPS del iPod! Por estar jugando en la tarde Fourquare y la emoción de estar con esa bella chica, había olvidado apagar el Wi-Fi. Para la mala fortuna acababa quedándome  sin batería.... ¿Continuará?

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