El título es lo de menos...

Lo importante es recapacitar y darme cuenta que la realidad es cruel y despiadada como las empresas de la rata más gorda del mundo y que su nombre no publico porque deseo evitar que esto apeste a mierda de perro cursiento o chorrillento. Fue bonito hacerme unas telenovelas mentales pero ya no fue tan hermoso ser el protagonista y llorar a cada rato cual vil televidente crédulo e impactado con Laura Babozzo.... Fue duro aprender tantas cosas en cuestión de un par de meses, pero todo es parte de la vida misma. Esas lecciones en algún momento se deben de aprender; pero yo por miedo no quise asistir a la escuela de la vida. Pero: ¿Qué aprendí? Entre otras cosas, esto:
A ser más humano, tener nuevos amigos y apreciarlos.
A saborear el café acompañado.
A mandar al carajo lo tormentoso del pasado.
A disfrutar de un beso con amor.
A llorar por caulquier pendejada.
A conocer las trayectoria de Justin Bieber y dejar de aborrecerlo.
A dejar de ver la TV.
A querer más a mi hermanita de Tuxtla (Hasta la conocí en persona y todo).
A no reprimir los sentimientos.
A sentir la alegría, tristeza, coraje, etc. con mayor intensidad que antes.
A abandonar el egocentrismo.
A conocer nuevos lugares y situaciones.
A... muchas otras cosas más.

Jenny tuvo la razón al decir que se debe de aprender hasta el último día de nuestra existencia....