martes, 9 de octubre de 2018

No eres tù, soy yo...

2018 ha sido otro de los peores años de mi existencia por las cuestiones anìmicas, emocionales, què se yo. Confesar a calzòn quitado lo poco o mucho que he hecho en la vida es realmente  una experiencia desgarradora pero es a fin de cuentas algo asì como un mal necesario.... Muy duro de aceptar ciertas cosas, lecciones, experiencias, recuerdos, choques emocionales que solamente pudieron llegar a la mala. Es el año con mayor tendencia al suicidio, correr riesgos... Lo que sea con tal de finalizar el sufrimiento. Una lecciòn de humildad cuando entra peor que con sangre es màs difìcil para que se olvide aunque tal vez no me lo creas, ¿Què màs da? Un corazòn despedazado es imposible de arreglarlo de tal modo que quede igual que nuevo aùn asì bien reparado puede seguir funcionando (Eso creo...)...
Llega el momento de asumir las consecuencias de los actos cometidos, errores, omisiones, el abstenerse de pensar antes de hablar, prejuicios, etc. A pesar de todo lo importante es no poner la otra mejilla sino dar la cara para solucionar los conflictos, dejar de culpar a otros por lo que nos pasa, esto es como la tabla del 1 en comparaciòn al perdòn para con uno mismo. No sè por què esto es tan difìcil, recuerdo que antes era cosa de evadir la realidad, hacer como que nada pasa y a otra cosa mariposa, ah que pinche gente tan babosa.
Me asombra mi mente retorcida que se regocija recordando actitudes sàdicas, parece un  disco duro donde mi biografìa se guarda en forma de videos realmente macabros. Tambièn puedo llegar a imaginar cosas nada comunes o usuales como que soy un microscòpico pato que ocupa un diminuto lugar en el infinito, universo, galaxia, etc.
No debo cometer errores, por eso escribo de manera lenta, pausada por no haber manera de dar marcha atràs, lo dicho, dicho està y tiene el derecho a quedarse.
La zorra parece que se cansò de andarme correteando porque al mirar hacia los lados ya no la he visto. Hoy me siento atado de manos, los ojos vendados aùn asì en ocasiones con la esperanza de que todo sea pasajero como parte de una pesadilla en la que tarde o temprano se despierta y a seguir con el aprendizaje. Me aterra la idea de ya no adquirir nuevos conocimientos, bien lo dijo mi hermana antes de su viaje sin retorno que hay que aprender hasta el ùltimo dìa de nuestra existencia. A veces siento que le hice esa promesa aunque a detalle no puedo recordar... Me encuentro hundido en mis pensamientos buscando el mètodo correcto para salir a flote... Las experiencias, recuerdos y vivencias estàn viajando de manera vertiginosa, la montaña rusa de la vida me tiene mareado sin poder contener las ganas de vomitar los sentimientos de odio y rencor. Me gustarìa saber que pasarà... Una vez que el carrito toque tierra me volverè a subir o mejor ya le doy la vuelta. El carrusel con caballitos es màs relajado o quièn sabe.....

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