jueves, 24 de agosto de 2017

El Pozo de los Deseos Deprimidos...

Cuando niño no había deseos tan intensos porque por lo general se anhelan cosas o aptitudes imposibles, cosas o poderes inexistentes, o todo aquello que está fuera de toda lógica para acabar pronto. Recuerdo en la década de los 70s que muchos morros se mataron al lanzarse desde las azoteas creyendo poder volar como Superman. Yo jamás intenté eso porque le temo a las alturas. El estar lejos del suelo hace que las piernas se me doblen y el cuerpo se paralice como le pasaba al Chavo del 8 cuando  pescaba la "Garrotera".

Agosto 2017:
Hace un par se semanas de manera inesperada mi suelo imaginario se abrió saliendo debajo de él una especie de mounstro parecido a Godzilla llamado Pasado, supestamente ya lo había sepultado porque había muerto pero no sé como fue que resucitó después de casi 3 años. Ha venido a sacudirme con una fuerza violenta a cada paso que va dando hacia mí, me hace estremecer a tal grado de sentir que el corazón me va a estallar y mis manos no pueden parar de temblar.... Tengo mucho miedo, un miedo intenso mezclado con desesperación porque ese mounstro me puede tragar.

2005:
Una noche veía tranquilamente un episodio de una caricatura llamada "Family Guy" donde el bebé malo llamado Stewie deseaba destruir al brócoli porque se lo hacían comer a la de a fuerzas, entonces desea crear una maquinaria para alterar el clima porque "La mejor manera de vencer al enemigo es conocerlo y el frío mata al brócoli"... Coherente, lógico, acertado. Esa frase no la he olvidado hasta hoy...

 Agosto 2017:
Estoy en la búsqueda de  datos o pistas que me lleven al origen de tanto temor, ideas depresivas, amargura, tristeza, soledad y demás mierda. Del par de momentos felices de la infancia que fueron 2 ya los he encontrado. El meollo de todo está desde que nací hasta antes de diciembre 1981.

Enero 1980:
Era frustrante ver esas maravillas que anunciaban en el canal 5 como el Hombre Elástico, al cual podías jalar de los brazos y piernas deformándose e inmediatamente recobraba su forma normal. Yo le pedí uno de esos monos a los "Reyes Mages" pero recibí otras madres las cuales definitivamente nada que ver. Lo único elástico eran las putas gomitas Ricolino que hasta eso no sabían a plástico como los ojos de las paleta Payaso de hace tiempo. Aún así nada pasaba en realidad, la vida seguía y mis pocas pertenencias se estaban yendo a la mierda porque un destructor las rompía junto con mi escasa alegría, mi libertad y por que no... Mi propia vida....

Finales Década de los 70s:
A veces me da la impresión de haber sido criado bajo la idea de haber nacido con una vida envuelta en una hermosa caja para regalo, la cual tenía que ser devuelta igual de impecable a la hora de que la muerte me la solicitara. Recuerdo con tristeza y cierto dolor esa horrible persiana gris y los barrotes de forma caprichosa de esa horrible prisión en la que estuve hasta mediados de 1978. El deseo fue tener aunque fuera un poquito de libertad, ser yo mismo, poder ser un niño feliz, seguro de mí mismo pero no fue así...

El mounstro se sigue moviendo, por eso los recuerdos no llegan en orden como pasaron sino como se alcanzan a ver como si estuvieran tatuados en ese ser con forma de dinosaurio...

1980-1981 aprox:
En aquellos tiempos estuvo de moda una publicación llamada "Magicuento" el cual era plantilla rectangular de un material como el cartón el cual no tenía personajes sino el puro fondo con un paisaje de caricatura y el otro complemento quizá el más divertido: una planilla de calcomanías que se pegaban en el cartón de tal forma que una historia cobraba vida. Siempre quise tener uno de esos pero simplemente obtuve como respuesta un "Después, un día de estos" se me hace que la promesa fue para un pinche 30 de febrero porque del magicuento pura de Arabia y mejor me resigno a crear historias propias gracias a que le sé algo al Photoshop teniendo resultados como del Simi (Lo mismo pero más barato).

1979:
Meses de vivir en un nuevo hogar, en un remedo de la vecindad del Chavo donde si analizamos las cosas a sangre fría, fue un estilo de vida sumamente polarizado donde las emociones fueron opuestas, contradictorias por su manera en que se llevaron a cabo, por una parte ya no era el hijo único, los escasos privilegios se fueron a la goma, aun así no todo era malo. Hubo alguien que me enseñó que esa caja de regalo anteriormente mencionada podía estropearse un porquito, total ¿Qué más da? Y fue así como llegó a mi vida Cristina, una niña 2-3 años mayor que yo que le encantaba traerme como calzón de puta. Recuerdo cuando me tomaba de la mano y bajábamos corriendo las escaleras. Primera vez en la vida que supe lo que era la adrenalina, qué lindo era conocer la calle corriendo y jugando. La libertad existió para mí aunque de manera breve... Tal vez ahí surgió el deseo de tener una hermana, ahora que lo pienso....

La década ochentera tuvo sus pros y contras, la ventaja más grande fue la reducción de golpes recibidos en un 99%, la música era bonita. Algo que recuerdo es cuando estuvo de moda el disco "Juguemos a Cantar" la vecina de abajo lo ponía a alto volumen y asomándome por la ventana se podía escuchar perfectamente. ¿Pedí que me lo compraran? ¿Para qué? Si todavía hoy estuviera esperándolo, el LP murió y hasta resucitó...
Recuerdo que la vida era algo así como vivir en una frontera donde hay libertad la cual termina donde hay un muro y pasando éste un mundo novedoso, nunca se pudo saber si era bueno o malo, bonito o feo por no tener permitido traspasar esa frontera aunque fuera para asomarme. Todo se limitaba al círculo de amigos de la vecindad, trayecto de la casa a la escuela, los deberes de ésta y así de limitada fue la existencia. Quizá porque la cajita no debía estropearse más? El mounstro del Pasado se mueve vertiginosamente impidiéndome ver qué más hay en su inmensa piel. Tengo que enfrentar a ese dinosaurio con el fin de econtrar lo que busco, existe la esperanza de que no sea otra parte más de ese contenido del pozo de los deseos reprimidos...


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